En muchísimas ocasiones, las parejas que voy conociendo, me comentan que tienen un amigo fotógrafo o aficionado a la fotografía que puede realizar el reportaje, y que están dudando entre esta opción o contratar a un fotógrafo de boda profesional.
Jamás diré que no es un opción perfectamente válida, pero sí creo que debéis conocer algunas de las diferencias entre uno y otro, antes de decantaros.
Diferencias entre un fotógrafo profesional dedicado a las bodas y uno aficionado:
1. Experiencia.
EL fotógrafo profesional ha acudido a muchísimas bodas, diferentes cada una, con un montón de opciones posibles, con sorpresas y situaciones inesperadas, y sabe perfectamente cómo lidiar con cualquier contrariedad que pueda suceder.
Un fotógrafo aficionado, o uno profesional que no se dedique habitualmente al mundo de las bodas, no sabe cómo enfrentar ciertas adversidades y esto puede significar perderse un montón de momentos importantes.
La fotografía del arroz a la salida de la iglesia es un momento complicado técnicamente hablando. El fotógrafo sale de un espacio oscuro para llegar a uno muy luminoso donde se desarrolla una acción muy rápida e impredecible.
2. Equipo.
Es cierto que un buen ojo fotográfico es mucho más útil que una cámara de fotos carísima, sin embargo, tener un equipo perfectamente ajustado y preparado para lo que pueda suceder durante todas las horas que se trabaja en una boda es imprescindible.
Por ejemplo, las cámaras de fotografía tienen la costumbre de fallar o romperse cuando menos te lo esperas, y el profesional siempre lleva un equipo de repuesto por si esto sucede. Un aficionado no tiene el presupuesto suficiente para hacer esto.
Flash, baterías, tarjetas, objetivos, etc,.. el fotografo de bodas sabe lo que tiene que llevar para conseguir un reportaje espectacular, y se prepara para posibles fallos técnicos.
Además, lo ideal en una boda es que vayan dos personas a cubrir el evento.
El ayudante o segundo fotógrafo tiene un papel muy importante en el reportaje, relizando estas acciones:
- Fotografiar otros ángulos a los que al fotógrafo principal le es imposible llegar. Por ejemplo, en la entrada de la novia, el fotógrafo principal se coloca normalmente en el altar, para captar las expresiones de la novia entrando con el padrino, y el secundario en cambio puede captar a la novia de espaldas y la expresión del novio mirándola.
- Hacer encuadres más creativos y arriesgados, ya que el fotógrafo principal debe asegurar el reportaje y no tiene tiempo para experimentar.
- Ser ayudante de iluminación: estableciendo el lugar perfecto para los flashes y la iluminación artificial.
- Ayudar en situaciones inesperadas: Si se rompe una cámara, una bateria o tarjeta, el segundo fotógrafo puede salir de la boda y solucionar el problema. En la mayoría de los casos los novios ni siquiera se dan cuenta de que esto ha sucedido.
Fotografia del baile de los novios , tomada con varios flashes y un ayudante fotógrafo, además del fotógrafo principal
3.Saber manejar la cámara en diferentes contextos.
Una boda es una de las situaciones fotográficas más complicadas que hay, debido a la variabilidad de escenarios y características.Exteriores, interiores, poca luz, luz intensa, vestidos y trajes oscuros al lado de claros…
un fotógrafo de bodas debe aprender a manejar su equipo lo suficientemente rápido para poder pasar de una situación a otra sin fotos desenfocadas, quemadas u oscuras.
Un aficionado sin embargo no puede garantizarte esa destreza, e incluso uno profesional que no haya cubierto un número alto de bodas. Esto no se aprende acudiendo a cursos, o con teoría, solo la práctica puede darte la suficiente habilidad para ello.
Una ceremonia en exteriores y celebrada al atardecer presenta varias complicaciones de luz.
4.Profesionalidad.
Si te decantas porque un amigo te haga las fotos de tu boda, tienes que tener en cuenta que pueden pasar varias cosas:
- Que esta persona no pueda disfrutar ni un solo minuto de la boda, porque este tenso y preocupado por realizarte bien el reportaje, y debe perseguiros a todas partes con la lengua fuera, para no perderse nada de lo que va a suceder.
- Que, por el contrario, se decante por divertirse, como es normal si es un amigo tuyo, y tomárselo de forma relajada, en cuyo caso puede que tengas unas cuantas fotografías bonitas de tu boda, pero nunca un reportaje completo. El fotógrafo, sin embargo, va a la boda como un trabajador, y nunca para “pasarlo bien” más allá del disfrute que sienta por su propio trabajo. Nunca se distrae saludando a este o aquel familiar, sabe dónde colocarse, que hacer para no molestarte, y hará miles de fotografías para que después haya una gran cantidad donde elegir y que tengas un reportaje completo.
5.Planificación.
Por muchas bodas que llevemos a nuestras espaldas, siempre es necesario, antes del gran día, tener un plan de acción y preparar todo.
Tener claro todas las direcciones, los nombres de las personas importantes, vuestras preferencias, etc.. Eso son horas de trabajo, que el aficionado por falta de tiempo o simplemente desconocimiento, no suele tener en cuenta.
6.Trato con el cliente.
Los fotografos de Boda profesionales saben exáctamente como tratarte y que hacer cuando sientes timidez frente a la cámara, cuando estás nervioso llendo a la iglesia, cuando no eres capáz de actuar con naturalidad mientras te están realizando fotografías, cuando algo se tuerce el día de la boda, etc…
Si quieres saber más sobre como salir natural y bien en las fotos puedes leer este artículo.
La espontaneidad y naturalidad de los novios frente a la cámara es importantísima para un buen reportaje de boda.
7.Tiempo dedicado a tu reportaje.
El fotógrafo profesional no termina su trabajo cuando acaba la boda. Después de esto le quedan meses retocando, maquetando y perfeccionando tu reportaje para que todo quede a tu gusto.
Este fotógrafo conoce las mejores empresas de impresión para realizar tu álbum e imprimir las fotos que desees y esto se nota en la calidad final.
El aficionado en cambio, sobretodo si no le has pagado, no va a dedicar tantas horas en ti, no va a tener línea abierta contigo, o por lo menos no es justo que haga todo eso sin que valores su trabajo.
Fotografía realizada durante los preparativos en casa de la novia, un lugar que, casi siempre, suele estar abarrotado de personas y objetos. Solo un fotógrafo profesional sabe sacar partido a escenarios que a primera vista no son estéticos.
Sabiendo todas estas cosas, si te decantas por contar con un amigo para que haga el reportaje, no seas injusto con esta persona, ten en cuenta qué es lo que puedes exigirle, y no dejes que nadie te regale su tiempo a cambio de nada.
Considera pagarle lo justo para que al menos trabaje a gusto contigo. Acuerda con él antes de la boda todo lo que necesitas, y el precio que tiene esto. Pero sobretodo, debes tener bien claro lo que quieres, y si esta persona puede ofrecértelo sin problemas.
Si por el contrario decides contar con los servicios de un profesional, también es importante saber el estilo fotográfico que quieres para tu reportaje y el tipo de fotógrafo que buscas, dentro de tu presupuesto y gustos.
Por ejemplo, aquí puedes encontrar información acerca de nuestra forma de trabajar en los reportajes fotográficos el día de la boda
Este artículo ha sido escrito por Cristina Arquimbau, fotógrafa de www.fotochitabodas.com
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